Sí, hace cincuenta años la ciencia ficción era un coto reservado a los hombres. Las autoras hasta entonces, habitualmente ninguneadas, no habían logrado romper ese coto. Y Joanna Russ estuvo entonces, en la década de los 60, a la vanguardia para romper todos los límites patriarcales. Ella llevó a la ciencia ficción a una de las criaturas más extrañas que el género había visto, las mujeres.

Y no lo hizo de cualquier forma, consiguió -llevando el feminismo a la ciencia ficción- romper todos los moldes con una ira desatada contra la discriminación y la desigualdad que, paradójicamente, supo expresar con no pocas dosis de humor. De tal forma que hoy todavía es un icono de la ciencia ficción feminista.

Joanna-Russ
Joanna Russ

Nació en 1937 en el Bronx, desde muy joven mostró su inclinación por la creación literaria. Se graduó en la Universidad de Cornell donde estudia con Vladimir Nabokov. Finalmente ejerce como profesora en Washington. A partir de los 90 enfermó del síndrome de fatiga crónica y también sufrió un dolor de espalda tan severo que tuvo que escribir de pie. Murió en 2011 a los 74 años.

kittatinnyPara la época muchas de sus obras eran claramente subversivas, más aún después de declararse abiertamente lesbiana -en un momento en el que la homosexualidad era considerada tabú- y escribir historias donde la homosexualidad es tratada sin tapujos. En 1978, por ejemplo, publicó Kittatinny: a tale of magic, una historia realista (no ciencia ficcion) de amor lésbico. Es un libro sobre aventuras y autodescubrimiento, pero también es un libro sobre niñas que descubren la historia de las mujeres y el potencial de las mujeres: es un intento de detener la erosión de la historia feminista, de una manera sutil. Solo hay unos pocos personajes masculinos en la historia, todos los cuales se mencionan solo por el nombre o se muestran brevemente[1]

Su obra de mayor impacto fue sin duda «El hombre hembra» (1975) que se convirtió en una referencia duradera del feminismo en la ciencia ficción. Fue una obra seminal que marcó alguna de las claves de este tipo de obras y ha inspirado a numerosas autoras feministas. Para algunas se trata de un auténtico manifiesto feminista que da forma literaria a la lucha por la liberación femenina. Ya hemos hablado detalladamente de esta obra en otra entrada de ese blog (ver aquí).

Female Man

Como se decía allí, la protagonista creada por Joanna Russ en El hombre hembra, se presenta en diferentes para-personalidades del mismo personaje, que salta de un universo a otro. Cuando coinciden en planos existenciales intercambian sus experiencias acerca de los roles de género y sobre que es femenino y que es masculino.

Una de ellas, Joanna, vive en un mundo masculino -el nuestro de la década de 1970- y ha procurado borrar su identidad femenina para alcanzar el éxito en un mundo masculino.

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Joanna Russ

Por otro lado, está el mundo de Jeannine, un mundo ucrónico en el que no hubo II Guerra Mundial porque Hitler fue asesinado en 1936, pero en cambio la Gran Depresión de 1929 nunca concluyó.

Janet, por su parte, vive en un mundo futuro, Whileaway, en el que la muerte de todos los hombres hace mil años por una plaga genética ha permitido construir una sociedad feminista utópica. En Whileaway se reproducen por partenogénesis y las relaciones son lesbianas

Finalmente, Jael es una luchadora de dientes de acero y garras retráctiles que proviene de un mundo donde los hombres y mujeres viven separados y luchan constantemente entre sí y en el que ella prepara la muerte bacteriológica de todos los varones.

Joanna Russ concibe en el universo de Jael un curioso mundo-macho en el que travestidos y transexuales, no siempre y no del todo voluntarios, ejercen el papel de las mujeres, para satisfacer el creciente deseo de los soldados y son objeto de dominación y violencia por esos «verdaderos-hombres», en un patético remedo del pasado.

Jael enfrenta a su otro yo que proviene de Whileaway (Janet) con el hecho de que la plaga que en su universo extinguió al género masculino fue en realidad la guerra biológica que ella está planeando, y que posteriormente las mujeres suprimieron este conocimiento.

Pero su capacidad para revertir historias tradicionales ya fue evidente en su primera novela, Picnic on Paradise (1968), cuya protagonista en Alyx, una agente especial de la Transtemporal reclutada hace cuatro mil años en la antigua isla de Creta, que en este caso actúa como una guía para un grupo de turistas en un planeta alienígena hostil (Paraíso). Son aventuras sobre un héroe mercenario que viaja en el tiempo, que es duro centrado, autónomo y ¡mujer! Y eso, en esa época, en la ciencia ficción, era claramente rompedor.

En 1970 escribió una extraña novela distópica titulada La muerte del caos, que la verdad no es su mejor obra

Collage
Las novelas de ciencia ficción de Joanna Russ

En 1977 publica We Who Are About To … sobre la que el escritor Samuel R. Delany dijo que era «un análisis extremadamente fino de la mecánica de la decadencia política y social«, ofreciendo la interpretación de que «Russ sugiere que la calidad de vida es el propósito de la vida, y la reproducción solo es un proceso reparador para extender esa calidad, y no es el centro de la vida en absoluto … solo las sociedades feudales pueden realmente creer que la reproducción es el verdadero centro de la vida

Vuelve a aparecer la agencia Transtemporal en Ellos dos (1978), en la que la pareja protagonista (madre e hija) viajan en el tiempo para caer en una sociedad donde la igualdad de sexos brilla por su ausencia.

Aparte de “El hombre hembra” quizás su mayor vigor lo encontramos en sus relatos y novelas cortas muchas de ellas publicadas en español, aunque ya difíciles de encontrar. Algunas son pequeñas obras maestras y en general claramente recomendables como Cuando todo cambió (When It Changed)Almas (Souls)La segunda inquisición (The Second Inquisition)Pobre hombre (Poor Man)El mendigo (Beggar Man)Los extraordinarios viajes de Amélie Bertrand (The Extraordinary Voyages of Amélie Bertrand)El misterio de un joven caballero (The Mystery of the Young Gentlemen)La autobiografía de mi madre (The Autobiography of My Mother)[ii].

Ganó un Premio Hugo en 1983 por Almas, una novela corta histórica de fantasía sobre una abadesa del siglo XII que debe defenderse de los invasores vikingos. En España se publicó dentro del volumen Almas que recoge algunos de sus relatos.

Pero ya por entonces su dedicación empezó a orientarse de forma clara hacia el ensayo crítico desde el feminismo. Típicamente catalogada como escritora de ciencia ficción, sin embargo, su producción de no ficción es abundante y tuvo considerables contribuciones al pensamiento feminista de la época.

Como acabarEntre estos trabajos destacaría “Como acabar con la escritura de las mujeres” que, por fin, treinta y cinco años después de su publicación en 1983, fue traducido recientemente al español y publicado por Dos Bigotes. Se trata de la historia del menosprecio continuado hacia la literatura escrita por mujeres, haciendo un repaso histórico a los mecanismos que sistemáticamente impiden un amplio reconocimiento del trabajo creativo de las mujeres. Sorprende que 35 años después sea una obra de tanta vigencia. Es una obra exhaustiva, pero nunca aburrida y seria, pero sin carecer del sentido del humor que impregna toda la obra de Russ[iii].

También son importantes sus contribuciones acerca de la pornografía y la sexualidad, sobre lo que escribió varios ensayos influyentes como «Pornography by Women, for Women, with Love» (1985), «Pornography and the Doubleness of Sex for Women«, y «Being Against Pornography«.​ A mi me resultan particularmente interesantes -porque todavía estamos en ese debate en el siglo XXI- sus críticas al movimiento antipornografía. No es que Russ sea exactamente “pro-porno”, pero considera que no hay nada intrínsecamente malo en el hecho de que la mayoría de los seres humanos, sin importar el género, sientan deseos sexuales y disfruten de materiales eróticos y personales para explorarlos.

En la introducción de la recopilación de ensayos Magic Mommas, Trembling Sisters, Puritans and Perverts (1985) resume a mi parecer de forma muy interesante su análisis de la pornografía, el patriarcado y la sexualidad. Muy recomendable. Allí afirma que “si los hombres tienen una doble autoridad irrazonable e injusta (intelectual y de otro tipo), autoestima, tiempo, energía, ocio, importancia cultural, riqueza, libertad, etc., esto es precisamente porque han robado nuestro tiempo, nuestra energía, nuestro ocio, nuestra autoridad, nuestro trabajo y la riqueza que produce, nuestra autoestima, nuestras pretensiones de conocimiento y logros, y nuestras posibilidades de autonomía y libertad. No estamos meramente excluidas de las actividades e instituciones masculinas; nuestros recursos han sido apropiados por los hombres como propios en un robo masivo que dura siglos”.

 

Son de destacar finalmente sus trabajos sobre ciencia ficción y feminismo, referencia todavía en cursos sobre el tema en Norteamérica. Su libro más destacado al respecto es To Write Like a Woman: Essays in Feminism and Science Fiction (1995).

Hay un libro dedicado a analizar la obra y la figura de Joanna Russ: On Joanna Russ (2009). Está publicado (en inglés) online aquí. La recopilación la hizo Farah Mendlesohn, historiadora y escritora británica de ciencia ficción y literatura fantástica.

on Joanna russ

Notas a pie de página

[1] https://www.tor.com/2011/09/22/reading-joanna-russ-kittatinny-a-tale-of-magic-1978/

[ii] Toda la bibliografía de Joanna Russ en http://www.isfdb.org/cgi-bin/ea.cgi?Joanna_Russ

[iii] Dos interesantes reseñas de “Como acabar con la escritura de las mujeres”:

https://www.eldiario.es/cultura/libros/formas-historicas-ridiculizar-escritoras_0_832567388.html

https://www.pikaramagazine.com/2018/11/como-acabar-con-la-escritura-de-las-mujeres-joana-russ/