Como hemos visto, las obras antifeministas han existido desde que existe un movimiento feminista. Hemos visto por ejemplo como el auge de la primera ola del feminismo provocó la reacción de sectores reaccionarios que escribieron novelas en el tránsito del siglo XIX al XX en la se representan los horrores de una sociedad dirigida por mujeres.  A partir de mediados del siglo XX, las historias antifeministas comenzaron a aparecer nuevamente en mayor número. Estos a menudo mezclaban los males del socialismo y los males del feminismo, y representaban sociedades horribles y extrañas dirigidas por mujeres para mostrar el terror futuro que nos aguardaría con la liberación de la mujer, o para satirizar y ridiculizar otro posible papel de las mujeres en la sociedad.

Coincidiendo con la segunda ola feminista que no se limita a la igualdad y revindica la liberación sexual de las mujeres y un incipiente lesbianismo, en la década de 1970 estas historias antifeministas tomaron un ángulo de explotación sexual representando detalles espeluznantes sobre las perversiones o fallas sexuales de las sociedades de mujeres. En ellas aparece casi siempre una patriarcal obsesión por la fuerza del sexo masculino, que, penetrante, emerge extrañamente atractivo.

Sex and the High CommandLas mujeres tienen una natural inclinación a la sumisión y al irresistible sexo masculino, que finalmente será satisfecha por los hombres disponibles. Estas sociedades se presentan como insostenibles por trastocar el orden natural de las cosas. O se derrumban o la protagonista se escapa con un hombre descubriendo finalmente su verdadera naturaleza y vocación.

Sex and the High Command (1970) de John Boyd, describe una conspiración secreta femenina. Cuando una investigadora descubre la crema Vita-Lerp, se da cuenta de que permite a las mujeres alcanzar el orgasmo sin ningún tipo de estimulación externa y les permite tener hijos sin recurrir a relaciones sexuales con miembros masculinos de la especie. Y naturalmente este descubrimiento desencadena una conspiración femenina para derrocar la estructura de poder masculina, que el gobierno quiere erradicar empleando armas nucleares. Un horror de novela en todos los sentidos.

regiment-of-women.jpgEn Regiment of Women de Thomas Berger (1973), las mujeres han asumido todos los puestos de autoridad; los hombres deben usar prendas de vestir ridículas, realizar trabajos degradantes y sufrir acoso sexual. No, no se trata de un mundo espejo para satirizar sobre la sociedad patriarcal, al estilo de Gerd Brantenberg. Se trata más bien de burlarse estereotipadamente de las mujeres liberadas del sexismo que aplican a los hombres de la forma más cruel. La resolución la previsible. Es natural que los hombres estén en la cima, al fin y al cabo, son los portadores del “órgano protuberante”

Gender GenocidePor su parte Edmund Cooper en Gender Genocide (1972) describe a una sociedad explícitamente lesbiana, únicamente femenina y lesbiana. Las mujeres guerreras persiguen a los pocos hombres heterosexuales que han sobrevivido. Una joven guerrera, que previamente nos cuentan que está insatisfecha de su espantosa vida sexual lésbica, es capturada por un hombre y violada. Y pese a ello se enamora de él claro. El libro termina trágicamente, con la mujer muriendo en defensa de su hombre y su bebé, y la moraleja es que el mundo probablemente no tendrá un buen final sin hombres al mando.

El título lo dice todo. The feminist (1971) de Parley J. Cooper describe un horrible futuro en el que las mujeres han usurpado las leyes de la naturaleza, han tomado las riendas del poder político y esclavizado a los hombres. Los hombres están subyugados, y se espera de ellos que sean dóciles y serviles. Las tropas feministas están por todas partes. El sexo heterosexual está terminantemente prohibido excepto con un permiso especial. Las mujeres a cargo del mundo -Las feministas- son representadas no solo como fascistas, sino también como básicamente incompetentes. Observar la portada de la novela: esa mujer es básicamente una nazi. Y, claro, los hombres se rebelan y surge la resistencia que se refugia en los alcantarillados.

The feministUno se podría pensar que se trataba de una forma de hacer una crítica satírica de los EE.UU. actuales. Pero no, hay demasiadas sandeces estereotipadas sobre las mujeres: “…dudaba que cualquier mujer, incluso una soldado feminista, se atreviera a seguirlas hasta el sistema de alcantarillado. Su miedo heredado a las ratas era evidente incluso en Angela, quien, pensó, era más valiente que la mayoría”.

No deja a uno de sorprenderle la normalidad con que son elevados estos terroristas rebeldes a la categoría de héroes, aunque sus bombas masacren culpables e inocentes. Pero claro se trata de “nuestros” terroristas (los hombres que luchan por la liberación del yugo de las mujeres) y eso lo cambia todo. El doble rasero y la hipocresía de la política norteamericana hecha novela de ficción distópica.

No quería terminar sin referirme a la SAGA DE GOR de John Norman, que, como dice el escritor Alejandro Jiménez, es “herencia del pulp de la peor catadura, a horcajadas entre la ciencia-ficción y el género de espada y brujería[i].

Gor Collage

Este presunto escritor ha publicado hasta el momento 35 números de esta Saga, desde 1966 hasta la actualidad. El mundo de Gor es una sociedad de castas, esclavista, en la que los hipermusculados miembros de los clanes guerreros tienen a su disposición un nutrido número de esclavas jóvenes y esculturales, cuya misión es la sumisión y el placer de los guerreros.

Tan tremendo es el machismo de las novelas y su autor[ii] que se ha vetado en no pocas convenciones de ciencia ficción la presencia del mismo. Y hasta la prestigiosa “Enciclopedia de Ciencia Ficción” de John Clute dice que la saga “degenera en pornografía extremadamente sexista y sadomasoquista que involucra la humillación ritual de las mujeres, y como resultado han causado una ofensa generalizada«. Leí uno de estos libros hace años y, creedme, no se os ocurra imitarme.

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[i] https://diario16.com/las-alegres-esclavas-de-gor/

[ii] En 1974 publicó un libro titulado “Sexo Imaginativo» en el que expone los roles de varón agresivo y mujer sumisa. Vamos que el hombre está motivado.