Tras un año olvidado, vuelvo a decir algo en este blog de la utopía feminista y la ciencia ficción. En realidad, es que nunca encontraba ánimos para volver, tras el shock de descubrir las denuncias por abuso a sus hijos por Marion Zimmer Bradley. Vuelvo entonces donde lo dejé: hablar de la autora y su obra, especialmente de la serie Darkover que he aprovechado para revisitar.

Como dije en el anterior post, de un año de antigüedad, es mucho el desconcierto que producen las denuncias aludidas y bastantes las confusiones y contradicciones; es mucha la dificultad para tomar una opinión fundamentada sobre lo ocurrido.

Ciudad BrujeriaDecía en aquel post que parecía difícil de entender que quien fue una comprometida militante feminista con una amplia obra que corroboraba ese compromiso, fuera al tiempo una persona que abusaba de sus hijos sobre los que ejercía una cruel violencia. Pero también es verdad que, si Dios tal vez escribe con renglones torcidos, lo cierto es que la obra del demonio puede ser gloriosa.

Claro, que tampoco es algo particularmente raro. Picasso era un misógino. John Lennon golpeaba a su mujer. Neruda violó a una muchacha. Y hasta Gandhi fue un racista que incluso dejó morir a su mujer por no querer que usara medicamentos extranjeros (que luego él sí que usó). (Aquí puedes leer más sobre esto).

La condición de genios les aparta del juicio público. Pero su genialidad y su arte, o las elevadas ideas que defendieron, no debiera indultarles de la condena, por más que admiremos su obra.

Y ese es precisamente la cuestión, que soy un ferviente devoto de la obra de Bradley, particularmente de la serie de Darkover.

Marion Zimmer Bradley (1930-1999) nace en una granja en Albany durante la crisis de la Gran Depresión. Muy pronto adopta las ideas feministas. Ya en la década de los 50 participa activamente en organizaciones de derechos de las lesbianas que en plena caza de brujas era todo un acto de riesgo. Sobre lesbianismo escribió varias novelas en los años sesenta que fueron entonces tachadas como pornográficas.

Destaquemos en este repaso relámpago, sus compromisos con el mundo del fandoom (aficionados a la CF enredados), apoyando como editora a autoras nóveles a escribir sus historias sobre heroínas no tradicionales.Cadena Rota

Desde pequeña se acerca a la ciencia ficción. Su primera narrativa coincide con la eclosión de mujeres en este género hasta entonces reservado a los hombres (ver este post) /). Y pronto destaca por una narrativa ágil en clave de aventuras, pero recreando hábilmente los entornos sociales en las que se desarrollan. Y sobre todo lo hace en clave femenina, con personajes cada vez más complejos, siempre atravesados por una ética de la libertad que las obliga a elegir y tomar decisiones no pocas veces desgarradoras. MZB era una prolífica autora, pero destacó sobre todo por la serie de Darkover y por la novela artúrica Las Nieblas de Avalon.

La serie de Darkover está compuesta por casi una treintena de novelas, a las que se unen las escritas por otras autoras que, cosa frecuente en la CF, escriben también en el mismo universo .Las novelas que componen la saga Darkover constituyeron en su tiempo una nueva forma de entender la ciencia ficción, trascendiendo el cientifismo y racionalismo estricto de la CF de la época anterior, la CF hard bien representada por la obra de Asimov, Heilein o Clarke. Tanto es así que tuvo un gran impacto en su momento, y se creó incluso un fandom organizado como “Los amigos de Darkover”. Tan activo en su momento como hoy los seguidores de Star Wars o Star Trek, sin tanta mercadotecnia claro.

En efecto, en el planeta Darkover donde transcurre la saga a la que da nombre, la magia y la telepatía son elementos esenciales de una cultura tecnológica y socialmente medieval que se enfrenta a los intentos continuados para integrarlos en el imperio terrano.

Estas son las principales series de la saga de Darkover
En la época de los Cien Reinos:Casa de Thendara
• Lady Halcón (1982)
• Dos para conquistar (1980)
• Los herederos de Hammerfell (1989)
En la primera época contra los terranos:
•  La espada encantada (1974)
• La torre prohibida (1977)
• El sol sangriento (1979)
Sobre las Amazonas Libres (Renunciantes):
• La cadena rota (1976)
• La casa de Thendara (1983)
• Ciudad de brujería (1984)
En la segunda época contra los terranos:
• La herencia de los Hastur (1975)
• El exilio de Sharra (1981)

Aunque ninguna de las novelas va a defraudar, sin duda la más interesante de las series es la de las Amazonas Libres, compuesta por tres libros: “La cadena rota”, “La casa de Thendara” y “Ciudad de Brujería”, todas ellas fáciles de encontrar. La inmensa mayoría de los personajes son femeninos, por supuesto las protagonistas. Incluso en una de ellas -Ciudad de Brujería- los hombres brillan por su ausencia en la trama.

Personajes siempre en la encrucijada de la libertad y la renuncia, y una variedad de registros apabullante: el poder, la colisión de culturas, la homosexualidad, la liberación de la mujer…

En esta serie, Bradley nos presenta el mundo de las Amazonas Libres de Darkover. Una sociedad donde los roles genéricos están rígidamente estructurados. Desde su papel como Celadoras especializadas en el control de la técnica de matrices que estimulan la telepatía, para lo cual deben renunciar al sexo. Hasta las esclavas de los hombres en las Ciudades Secas -físicamente encadenadas-. Pasando por el papel socialmente secundario que deben desempeñar en los Dominios del Comyn (los señores y telépatas). Curiosamente no se describe la sociedad de los comunes, de aquellos que no pertenecen a estos grupos.

Una de las protagonistas, la comynara Rohana casada con uno de los señores del Comyn, pertenece a este último grupo y sus dilemas entre libertad y renuncia, atraviesan una parte de la primera novela, la Cadena Rota. ¿Son las cadenas físicas las únicas que atan la vida de las mujeres? Cuando eliges, renuncias.

Y las terrenas, que se sienten emancipadas, pero la protagonista de la serie, la terrana Magda Lorne, descubren con sorpresa en el momento en que se ve forzada a pronunciar el Juramento de las Amazonas Libres que tampoco ella ha podido realmente hacer una opción de libertad auténtica, lo que en el fondo también una renuncia.

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Marion Zimmer Bradley

En este contexto las Amazonas Libres, también llamadas de forma más precisa “Las Renunciantes”, son un grupo juramentado que intenta superar con su actitud y su actividad las limitaciones impuestas socialmente a las mujeres. El juramento [ver abajo para nota] puede parecer demasiado rígido, incluso cruel, casi un nuevo corsé. Y lo es. Pero si se pronuncia sin muchas ideas preconcebidas, se ve que no es sino un llamado contra el sometimiento, un grito por la libre decisión de las mujeres y una opción por el apoyo mutuo.

Pero el camino a la libertad está plagado de renuncias y dificultades, porque la vida en libertad responsable no tiene por qué ser, no lo es nunca, un camino de rosas. La tensión entre libertad y renuncia que es a mi modo de ver el eje de toda la tragedia darkoviana.
Creo que en el marco de una narración de aventuras que se sigue de un tirón [uno se ve sin dificultad atravesando el paso de Ravensmark en el seno de una procelosa ventisca] Bradley tiene la facilidad de extrapolar y elucubrar sobre ideas socialmente avanzadas sin que nadie se aburra.

Amazonas libres

Unas últimas palabras antes de abandonar a Bradley y es que nuestra autora no se agota en la serie de Darkover. Es casi tan conocida por su novela Las Nieblas de Avalón en las que recrea el mito artúrico desde el punto de vista de Morgana. Las Nieblas de Avalón nos sitúa en una isla en la que convergen tiempos y mundos que luchan entre sí. Morgana aún representa un mundo en el que va vida de las personas se rige por las leyes de la naturaleza, mientras que Ginebra ya aparece como símbolo de una realidad en la que el hombre -no la humanidad, sino el hombre- se propone dominar la naturaleza a las órdenes de un dios personal. El viejo y el nuevo mundo ocupan el mismo espacio, pero ya en tiempos diferentes. A veces, en el bosque sagrado se oye, amortiguado por la niebla, el sonido de las campanas de la catedral del futuro.

Otra de sus obras significativas fue La Antorcha, en la que retoma la guerra de Troya de forma totalmente novedosa, tal como la ve Casandra. La confrontación entre los dioses y la libertad es recurrente. Casandra rechaza al nuevo dios masculino que viene a sustituir a la diosa madre. La madre le concedió el don de conocer el futuro que no era otra cosa que la consecuencia de los propios actos; pero el nuevo dios la condenó al descrédito porque él era precisamente el único que debía controlar el futuro.

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El Juramento de las «Amazonas Libres»

«De hoy en adelante, renuncio al derecho de casarme, salvo como compañera libre. Ningún hombre establecerá conmigo un vínculo di catenas ni viviré en ninguna casa de hombre como barragana.
Juro estar preparada para defenderme por la fuerza si soy atacada por la fuerza, sin recurrir a la protección de ningún hombre.
Juro que de hoy en adelante no seré conocida por el nombre de ningún hombre, sea padre, guardián, amante o esposo, sino simple y solamente como hija de mi madre.
Juro no entregarme de hoy en adelante a ningún hombre, salvo en el momento y ocasión que yo misma decida, por mi propia voluntad y deseo; nunca ganaré mi pan como objeto del deseo de hombre alguno.
Juro que de hoy en adelante no daré hijos a ningún hombre, salvo por mi propio placer, elección y momento; no daré hijos a ningún hombre para la herencia, la casa, el clan, el orgullo o la posteridad; juro que yo sola determinaré la crianza de cualquier hijo que tenga sin considerar la posición, el lugar o el orgullo de ningún hombre.
De hoy en adelante, renuncio a ser leal a cualquier familia, clan, guardián o señor, y juro ser leal solamente a las leyes de la Tierra como ciudadana libre, al reino, la corona y los dioses.
No recurriré a ningún hombre en busca de protección, apoyo o socorro, y únicamente deberé lealtad a mi madrina de juramento, a mis hermanas del Gremio y a mi patrón durante la época de mi empleo.
Y juro, además, que las integrantes del Gremio de las Amazonas Libres, todas y cada una de ellas, serán para mí como mi madre, mi hermana o mi hija, de mi misma sangre, y que ninguna mujer unida por juramento al Gremio recurrirá a mí en vano.
Desde este momento, juro obedecer todas las leyes del Gremio de las Amazonas Libres y cualquier orden de mi madrina de juramento, los miembros del Gremio o la líder que elija durante mi temporada de empleo. Y si traiciono algún secreto del Gremio, o no cumplo mi juramento, me someteré a las madres del Gremio para las sanciones disciplinarias que ellas elijan; y si no cumpliera, que la mano de cada mujer caiga sobre mí, que me maten como a un animal, entreguen mi cuerpo insepulto a la corrupción y dejen mi alma a merced de la diosa»