Sarah Hall es una escritora y poeta inglesa nacida en Carlisle, Cumbria, en 1974. Según Infomag Magazin “la naturaleza que le rodeó entonces se mantiene viva en las palabras que componen sus pasajes, despertando los sentidos del lector que se proyecta en los lugares, olores y ambientes que ella describe”.

Estudió inglés e Historia del Arte en la Universidad de Aberystwyth. Hall comenzó su carrera literaria escribiendo poesía y publicando en revistas especializadas antes de dar el salto a la narrativa con su primera novela, Haweswater, que ganó el Commonwealth Writers’ Prize en 2003. Su segunda novela, The Electric Michelangelo, fue nominada al Man Booker Prize en 2004.

Su tercera novela, The Carhullan Army (Las hijas del Norte en la publicación española), que ahora comentamos, ganó el John Llewellyn Rhys Prize en 2007 y el James Tiptree, Jr. Award. Actualmente es profesora de Escritura Creativa en la Universidad de Manchester.

Es fundamental en su obra la perspectiva con la que aborda la identidad y la sexualidad femenina

Sarah Hall aborda la identidad femenina desde una perspectiva compleja, explorando temas como la maternidad, la sexualidad, la menstruación y la autonomía. En su colección de relatos Madame Zero y la hermosa indiferencia, por ejemplo, examina cómo la identidad de las mujeres está en constante transformación y cómo el patriarcado impone narrativas sobre el cuerpo femenino.

Uno de los aspectos más interesantes de su enfoque es la manera en que desafía las concepciones tradicionales de la feminidad. En sus relatos, las protagonistas suelen enfrentarse a situaciones que ponen en cuestión su papel dentro de la sociedad, ya sea a través de la maternidad, el deseo o la resistencia. Hall no idealiza la experiencia femenina, sino que la presenta con todas sus contradicciones y complejidades.

Además, en su ficción, Hall explora la transgresión y el empoderamiento como elementos clave en la construcción de la identidad femenina. Sus personajes a menudo desafían las normas establecidas, lo que les permite redefinir su lugar en el mundo. Esta subversión de la identidad tradicional se convierte en un factor fundamental en la estructura narrativa de sus historias.

En cuanto a la maternidad, Hall la presenta como una experiencia ambigua, lejos de la idealización que suele acompañarla en la literatura. En Madame Zero y la hermosa indiferencia, la maternidad aparece como un proceso que redefine la identidad de las mujeres, pero también como una carga impuesta por la sociedad.

Por otro lado, el tratamiento de la sexualidad es igualmente transgresor. Hall explora el deseo femenino alejándose de los estereotipos románticos. En sus relatos, la sexualidad es un espacio de poder a la vez que de transformación, pero también de vulnerabilidad. La autora examina cómo el placer y el cuerpo femenino han sido históricamente regulados, y sus personajes buscan liberarse de esas imposiciones.

Me parece muy interesante este articulo sobre uno de sus libros de relatos (Madame Xero y la hermosa indiferencia), en los que sus declaraciones dan muchas pistas como aborda temas esenciales para el feminismo

Las hijas del Norte (The Carhullan Army). 2007

The Carhullan Army ha sido desafortunadamente publicada en español como “Las hijas del Norte”, que creo que desdibuja la cuestión central de su novela.

Sarah Hall nos transporta a un futuro en el que la vida después del colapso está rodeada de restricciones y regulaciones, con toques de queda en casa y conflictos en el extranjero. Confinados en el pueblo donde se empadronaron, alojados de dos en dos o tres en casas adosadas destartaladas, la gente se las arregla para realizar trabajos insignificantes en fábricas y se adormece con narcóticos baratos. La comida y la electricidad están racionadas. El Estado también ha tomado el control del cuerpo de las mujeres, con la anticoncepción obligatoria y el derecho a tener hijos asignado por sorteo[i].

La brutalidad de la Autoridad sin rostro de Sarah Hall, la gris desesperación de los ciudadanos intimidados, parecían tranquilizadoramente remotas en 2007. Pero en el mundo del Brexit y Donald Trump, el sombrío futuro de la novela parece peligrosamente cercano.

La protagonista, que sólo llegaremos a conocer como “Hermana”, narra su historia desde una celda de prisión, relatando su huida de este régimen opresivo y su búsqueda de “Carhullan”, una comunidad mítica de mujeres que ha decidido vivir fuera de los límites del control gubernamental.

La protagonista llega a Carhullan con la esperanza de encontrar libertad, pero pronto descubriremos que ese aparente paraíso de mujeres también esconde dinámicas de poder y coerción. La líder del enclave, Jackie, encarna esta paradoja: al inicio es una figura inspiradora, una mujer fuerte que ha construido una alternativa al mundo opresivo del gobierno. Sin embargo, su autoridad se vuelve rígida y su liderazgo adquiere matices autoritarios, revelando que incluso los espacios de resistencia pueden generar sus propias formas de opresión.

Lo que comienza como una utopía feminista se transforma, ante la proximidad del enfrentamiento con el Gobierno, en un entorno donde la disciplina extrema se convierte en un elemento fundamental para la formación de un ejército de resistencia destinado a atacarlo. Hall nos obliga a cuestionarnos si la resistencia siempre requiere algún nivel de autoritarismo y si es posible construir un mundo alternativo sin reproducir estructuras de control. En este sentido, Las hijas del Norte no nos ofrece respuestas fáciles, sino una reflexión profunda sobre las contradicciones de la revolución. En suma, una lectura imprescindible para quien se interese por las especulaciones utópico/distópicas con una perspectiva feminista en una narración que no teme explorar la ambigüedad del poder.

[i] Ver Richard Lea en The Guardian