Solamente Dune hace de Frank Herbert uno de los autores más grandes de la ciencia ficción. La revisión cinematográfica del clásico de Frank Herbert ha reavivado el interés acerca de la ecología, el poder y el papel de las mujeres en Dune y particularmente sobre la misteriosa orden de las Bene Gesserit. ¿Son las Bene Gesserit una orden que refleja el empoderamiento de las mujeres en torno a sus propios objetivos? Hay no poca polémica sobre ello, que me gustaría comentar en una próxima entrada del blog.

En estas andaba cuando di en un mercadillo con una obra de Frank Herbert titulada “La peste blanca” (1982). Se trata de un biólogo molecular que, llevado por una locura misógina tras perder a su familia en un atentado terrorista en Belfast, crea un arma biológica diseñada específicamente que afecte sólo a sólo a las mujeres
La epidemia pronto se propaga por todo el mundo y la mitad femenina muere de forma acelerada. La humanidad se enfrenta así a su extinción total.
Los científicos intentan desesperadamente encontrar un antídoto o una vacuna para esta pandemia. Y mientras, las mujeres que van sobreviviendo son encerradas en reservas ocultas.

El libro trata sobre mujeres, pero no hay personajes femeninos. Y los hombres, decenas de miles por cada mujer, ¿Cómo tratan a las mujeres supervivientes de la pandemia? No tienen ningún papel en su destino, son objeto de experimentación y tratadas como ganado en las reservas, sin voz ni voto.
El autor en esta novela trata a las mujeres como objetos importantes a proteger cuyas muertes sólo importan por el efecto que tienen en los hombres.
He tratado algo de este tema en la entrada del blog Mundos sin Mujeres. En él me refiero a autores que consideraron que un número menor de mujeres que hombres les daría más poder a estas últimas (como Heinlein en La Luna es una cruel amante). No es este el caso. Son muchos críticos que consideran que este libro es pura basura sexista.
Por lo pronto no son pocos los críticos que señalan el trato machista de Herbert hacia su esposa a la que obligó a abandonar su carrera literaria para él pudiera tener la tranquilidad y el financiamiento suficiente para escribir su obra magna.
Volveremos sobre Dune y las Bene Gesserit
