Cuando de pioneras hablamos es obligado referirse a la científica británica Margaret Cavendish (1623 -1673)[1]. Calificada por muchas como “científica revolucionaria” o “feminista del siglo XVII”, su novela El mundo resplandeciente (1666), está considerada la primera obra de ficción utópica firmada por una mujer en toda Europa y el más claro antecedente de novela de ciencia ficción escrita por mujeres.

Retrato-Margaret-Cavendish-duquesa-Newcastle_1167193741_72064024_1638x1024Nació la menor de ocho hermanos en una familia adinerada de Colchester. Su educación de infancia fue bastante pobre. La adhesión militante de la familia a la causa monárquica les obligó a desperdigarse con el triunfo de la república instaurada por la revuelta dirigida por Oliver Cromwell. Tras ser nombrada dama de honor de la reina Henrietta Maria (esposa de Carlos I), Margaret huyó con ella a Francia en 1644 tras el triunfo de la revolución.

La estancia en Europa que trascurrió entre París y Amberes fue decisiva para su formación y para su desarrollo como científica. En París conoció a William Cavendish, el duque de Newcastell, con quien se casó en 1645.

MARGARET_THE_FIRST_cover_image_print_res.0.0En Amberes, Margaret participó en una sociedad llamada “El Círculo de Newcastell” en la que también participaban Hobbes, Descartes o Gassendi. En ella se introdujo en el mundo de la ciencia, que por entonces era simplemente “filosofía” y recibió clases particulares que completaron su formación.

Al regresar a Inglaterra Lady Cavendish continuó sus estudios al tiempo que continuaba publicando y escribiendo sus propias obras científicas.

En 1667 tras muchos desplantes logró ser recibida en la Royal Society, la primera y última mujer que lo lograba hasta 1945. Escribió hasta 14 obras muchas de ellas sobre “filosofía” como entonces llamaban a la física. Entre ellas “Philosophical and physical opinions”, “Natures Pictures” o “Observations upon Experimental Philosophy”. A pesar de que fue muchas veces ridiculizada por el hecho de ser mujer, la obra científica de Margaret Cavendich tuvo gran influencia y la lectura de sus obras imprescindible.

Primera edición
Primera edición de «El Mundo Resplandeciente»

Como dice Patricia RodríguezLady Margaret Cavendish ayudó a popularizar las ideas de la revolución científica. Pintoresca, abierta y ampliamente ridiculizada por sus excentricidades, fue una de las primeras en abogar por que la teología se encontraba fuera de los parámetros de la investigación científica. Como la primera inglesa cosmóloga reconocida, peleó con convicción por la educación de las mujeres y su implicación en la ciencia”.

En efecto otra faceta de interés del perfil de Margaret Cavendish fue su defensa de los derechos de las mujeres. Dentro del marco de aquella época defendió con ardor el acceso de las mujeres a la educación y su papel en el trabajo y en la política. donde la mujer no podía ni siquiera acceder a la educación defendió con ardor. En 1653 escribió “Estamos privadas de todo poder y autoridad porque nunca se nos ocupa en asuntos civiles ni marciales, nuestros consejos son despreciados, se burlan de ellos; nuestras mejores acciones son aplastadas con desdén por la arrogancia prepotente que despliegan los hombres y por su menosprecio hacia nosotras”. Como si hubiera sido escrito antes de ayer.

En uno de sus famosos discursos planteaba a las mujeres: «He puesto mucho empeño en reunirlas hoy aquí y desearía poder persuadirlas de frecuentarnos, unirnos y asociarnos, de modo que podamos intercambiar consejos prudentes con el fin de ser tan libres, felices y célebres como los hombres, en tanto que hoy vivimos y morimos como si hubiéramos sido engendradas por bestias y no por humanos; pues los hombres son felices y nosotras somos desdichadas; ellos poseen toda la calma, el reposo, el placer, la riqueza, el poder y la fama, mientras que las mujeres viven agitadas por el trabajo y agobiadas por el dolor, se vuelven melancólicas a falta de placeres e inútiles a falta de poder, y mueren en el olvido al carecer de notoriedad«.

Este tipo de discursos y escritos a mediados del siglo XVII le valió el sobrenombre de “Marge la loca”.

Mas aún, María Antonia Martí, en el estudio preliminar a la novela en la edición de Siruela, llega a calificar a Cavendish de “protoecofeminista”. Según esta investigadora, en ese momento histórico en que se creaba la ciencia moderna también se produce la escisión teórica entre humanidad y naturaleza: se trata de una manera antropocéntrica de ver el mundo que cosifica la naturaleza convirtiéndola en objeto de domesticación y dominación.

Esta concepción que triunfa contrasta con la filosofía mas cercana a la naturaleza y a lo femenino de Margaret Cavendish. Para ella “el mundo no es una máquina, sino una fuerza natural, compleja, contradictoria y activa, viva, transformable e independiente y a la vez conectada con todas las formas de materia”.

Siguiendo a Martí, Cavendish es consciente del tipo de ciencia que se está creando en el siglo XVII: una ciencia masculina, binaria, que no se dirige a conocer la verdad de la naturaleza, sino a dominarla. Ella reclama el poder de lo natural sobre lo artificial como fuente de empoderamiento femenino.

Aunque, claro, dentro de los límites de la jerarquización social del siglo XVII que comparte. Porque no podemos olvidar que Cavendish pertenecía a la aristocracia y gracias a ello pudo disfrutar de cierta permisividad en una época en la que en absoluto se podía extender al conjunto de las mujeres. De hecho, era una aristócrata orgullosa y ferviente monárquica, por lo que no nos extrañaremos de encontrar en su obra una justificación del absolutismo monárquico y del poder de las élites aristocráticas como dice Layla Martínez.

El mundo resplandecienteEl mundo resplandeciente.

Como se ha dicho “El Mundo Resplandeciente” fue publicado en 1666 originando una tormenta de críticas de la sociedad bien pensante inglesa de la época. Fue sin duda la primera novela que podemos considerar de proto-ciencia ficción escrita por una mujer en Europa.

La obra se podría dividir en varias partes. La primera describe el secuestro de la dama protagonista de la que nunca llegamos a saber su nombre, como el barco se pierde, llega al polo y mueren todos sus ocupantes excepto ella. Y como casualmente encuentra un paso a un mundo totalmente distinto del que proviene.

En la segunda parte se describe ese mundo donde las personas son animales (el hombre-oso, el hombre-pájaro, el hombre-gusano, hombres-mosca, hombres-mono…) y las estrellas son tan brillantes que apenas hay diferencia entre el día y la noche (el Mundo Resplandeciente) . Y como ella llega a ser emperatriz y adorada por todos sus súbditos en paz y armonía.

La siguiente está centrada en los debates con cada una de las especies sobre las que gobierna y con el mundo de los espíritus acerca de decenas de aspectos filosóficos científicos que mantiene.

Después aparece en escena en espíritu la propia “duquesa de Newcastle” estableciéndose entre ella y la emperatriz una relación muy íntima que por más que la denomine “amor plantónico”, no deja de ser sorprendente: “La emperatriz, que amaba a la duquesa como a su propia alma, así lo hizo… “Tu alma debe vivir con mi alma en mi cuerpo…” “La reunión produjo tan íntima amistad entre ellas que se convirtieron en amantes platónicas…”

Margaret-Cavendish-2 (Copiar)Las dos últimas partes son las intervenciones conjuntas de ambas en el país de origen de la Duquesa y en el mundo de donde provenía la emperatriz, en el que “no sólo salvó a su país natal [de sus enemigos] sino que construyó una monarquía absoluta en todo ese mundo”.

María Antonia Martí, señala que en la primera parte de la obra la dama protagonista “ha sido un sujeto-objeto pasivo: un hombre se enamora de ella, el hombre la secuestra, el hombre la embarca, la tormenta transporta el barco”. Pero a partir de la segunda parte todo cambia: “Al llegar al nuevo territorio, la dama toma el protagonismo de la narración… todo girará a su alrededor, todas las miradas se centrarán en ella, a la vez que sabremos lo que ella ve. Y esa centralidad no se abandonará”.

Pese a que no se trata de una novela al uso porque buena parte de ella se dedica al debate filosófico sobre la naturaleza, el cosmos, la humanidad, ciertamente resulta muy sugerente y la autora una verdadera pionera de ideas muy rupturistas en aquella época, protoecofeministas nada menos.

Captura

[1] Para saber más sobre Lady Cavendish:

  • Patricia Rodríguez, La científica revolucionaria, 2015.
  • María Alea y Logan R. Kyle, Margaret Cavendish, escritora de ciencia ficción en el siglo XVII, en Infiltradas, Palabristas Press, 2019.