Mujer, feminismo, ciencia ficción

Si el “extraño sexual” y la “otredad” desestabilizaron los imaginarios utópicos, la segunda ola feminista los reescribe desde su raíz. A partir de los años 60, el cuerpo femenino deja de ser silenciado o expulsado: se convierte en superficie de inscripción política, deseo contestatario y archivo de memorias violentadas. Como sostiene Susan Bordo: “el cuerpo es un texto cultural donde se inscriben las relaciones de poder”. A partir de la precursora Simone de Beauvoir, la segunda ola despierta con Betty Friedan y su Mística de la feminidad. En este sentido, las voces de teóricas como Shulamith Firestone, Monique Wittig, Audre Lorde o Luce Irigaray ya no buscan neutralizar el cuerpo, sino exaltarlo, subvertirlo y habitarlo en clave de resistencia.

Figuras destacadas:

  • Simone de Beauvoir: Su obra El segundo sexo (1949) fue clave para el pensamiento feminista moderno.
  • Betty Friedan: Autora de La mística de la feminidad (1963), fundadora de la National Organization for Women.
  • Kate Millett: Escritora de Política sexual (1970), crítica del patriarcado.
  • Germaine Greer: Autora de The Female Eunuch.
  • Shulamith Firestone: Fundadora de Redstockings y New York Radical Feminists.
  • Angela Davis: Activista afroamericana que conectó feminismo, racismo y lucha de clases.

El sexo, antes exiliado del discurso utópico, emerge como potencia revolucionaria capaz de fracturar los sistemas de control patriarcales desde su núcleo más íntimo. En tono con los postulados habituales en la segunda ola, Firestone afirma en La dialéctica del sexo que la lucha sexual es la lucha definitiva, ya que el sistema de opresión patriarcal no se basa en estructuras externas, sino en la apropiación del cuerpo mismo.

La segunda ola feminista irrumpió cambiándolo todo. Nada volvió a ser igual. Y la ciencia ficción —que ya se forjó como laboratorio de ideas y territorios especulativos— se convirtió en un vehículo privilegiado de esta revolución. Muchas autoras feministas acudieron a la ficción especulativa, a las utopías y distopías, para expresar esa nueva toma de conciencia en torno a la corporalidad, el género y el deseo.

📚 Ficciones donde el cuerpo insurrecto transforma el mundo

• «Venus más X» (1960)– Theodore Sturgeon. El planeta Leboon está habitado por seres hermafroditas, sin distinciones sexuales binarias. La novela lanza una hipótesis provocadora: la disolución del género conllevaría el fin de la violencia, del odio y las guerras. Aunque dicha conclusión es arriesgada, la obra pone en cuestión las categorías binarias (masculino/femenino) que no son sino construcciones sociales más que realidades biológicas inalterables.

Carne (1960) – Philip José Farmer. La historia ilustra cómo las sociedades pueden manipular, reprimir, o imponer normas sobre la sexualidad, en este caso, mediante un culto a la fertilidad que afecta profundamente el comportamiento colectivo y las relaciones humanas. Con ello, la obra apunta a una idea central: que la sexualidad no es solo una experiencia personal, sino un elemento que puede ser controlado y utilizado políticamente.

Los amantes (1961) – Philip José Farmer. Trata de las relaciones y la interacción sexual entre un humano y un alienígena, donde las diferencias biológicas y culturales aportan a la exploración de deseo, atracción y la naturaleza del amor y el sexo más allá de los límites humanos convencionales. La obra indaga en la posibilidad de relaciones sexuales y emocionales con seres no humanos, planteando preguntas sobre la identidad, la otredad y la diversidad del deseo.

Las obras de Farmer abordan de manera temprana la temática de la sexualidad trans-especie, señalando cómo esta puede contribuir a la reconsideración de los límites biológicos tradicionalmente establecidos.

La mano izquierda de la oscuridad (1969) – Ursula K. Le Guin. Gethen, planeta de habitantes andróginos que cambian de sexo cíclicamente, plantea un mundo donde el género es fluido. Le Guin utiliza este escenario para desmontar la idea de que las relaciones humanas están necesariamente mediatizadas por la diferencia sexual. Como ella misma dijo en una entrevista: La mano izquierda de la oscuridad explora la idea de que el género y la identidad son construcciones sociales, y que la verdadera humanidad trasciende esas categorías”.

Escena de La Mano Izquierda de la oscuridad

Crash (1973) – JG Ballard. Crash es una novela provocadora y perturbadora. Las imágenes centrales de este libro son el orgasmo relacionado con el accidente automovilístico. Explora la fascinación morbosa por la sexua­lidad, la tecnología y la violencia, destacando la relación entre el cuerpo, la máquina y la cultura de la muerte. La obra ofrece una especie de espejo oscuro de la modernidad

Carne de probada moralidad (1974) – James Tiptree Jr. La interacción con una especie alienígena permite a Sheldon problematizar el deseo humano desde la otredad radical. La sexualidad aparece aquí como espacio de extrañamiento y revelación, cuestionando las formas normativas de placer, consentimiento y vínculo. Y se plantea una cuestión que años más tarde será recurrente en la ciencia ficción: la perspectiva moral en las relaciones interespecies.

El hombre hembra (1975) – Joanna Russ. En esta obra seminal de la ciencia ficción feminista, Russ entreteje historias de mujeres en distintos mundos que revelan que las categorías de género son construcciones sociales, no biológicas, y que pueden ser subvertidas: “El género no es un hecho biológico, sino un sistema cultural que se nos impone, y puede ser desafiado y reinventado”.  La novela no solo denuncia, sino que propone estrategias de resistencia y reconfiguración.

Mujer al borde del tiempo (1976) – Marge Piercy. Piercy imagina una utopía feminista donde el sexo no es ni pecado ni deber, sino ejercicio libre de afecto y placer. En este universo, la igualdad sexual es condición básica de justicia. La cita que sintetiza este modelo: “Las relaciones se basaban en el respeto mutuo y la intención compartida”, devuelve al cuerpo su dimensión ética. Un cambio en las relaciones sexuales puede ser un catalizador para una transformación social más profunda.

The Screwfly Solution (1977) – James Tiptree Jr. Esta perturbadora historia nos confronta con una epidemia que convierte la sexualidad masculina en violencia genocida. La obra funciona como alegoría feroz de la misoginia estructural. Alice Sheldon (bajo el seudónimo James Tiptree Jr.) subvierte la típica narrativa de invasión para mostrar cómo el enemigo puede habitar el deseo domesticado. un relato que de alguna forma da paso a los intensos debates de Sex War de los 80 y siguientes.

The Screwfly Solution

💥 Cierre: el cuerpo como praxis utópica.

 Estas ficciones no solo representaron mundos alternativos, sino que fueron también ejercicios de reescritura del deseo, de recuperación del cuerpo como lugar legítimo de experiencia, conflicto y poder. La segunda ola feminista convirtió la carne en trinchera y en lenguaje, y la literatura especulativa supo registrar esa mutación con audacia y complejidad. De aquí en adelante, el sexo dejará de ser aquello que se esquiva o se extraña: se volverá territorio narrativo desde el que imaginar otras formas de ser, de estar, de sentir. En esa transformación, se juega no solo el cuerpo… sino la posibilidad misma de una utopía feminista.

🧩 Epílogo histórico: el deseo como fractura interna

Pero toda utopía conlleva sus propias fisuras. Hacia finales de los años 70 y comienzos de los 80, el movimiento feminista entró en un período de reflujo, y justo entonces emergió una profunda división en torno a la sexualidad. Algunas voces la reivindicaban como espacio de libertad y placer; otras la señalaban como terreno de dominación patriarcal. Este conflicto, conocido como Sex Wars, marcaría el inicio de una nueva etapa de intensos y encendidos debates sobre el deseo, el consentimiento y el poder. Aunque más visible en el ámbito anglosajón, sus ecos también resonaron en España, anticipando las intensas discusiones que atravesarían los años 80 y 90, y que luego se intensificarían durante la tercera ola feminista.

📎 Referencia bibliográfica sugerida Rubin, Gayle (1984). Thinking Sex: Notes for a Radical Theory of the Politics of Sexuality. En: Vance, Carole S. (ed.), Pleasure and Danger: Exploring Female Sexuality. Routledge. Este ensayo es considerado uno de los textos fundacionales del feminismo pro-sexo y analiza con profundidad las divisiones internas del feminismo en torno a la sexualidad, especialmente durante los años 80.


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