Pues no, no todas las autoras que escriben ciencia ficción se dedican a espantarnos con distopías aterradoras. Que eso parecía deducirse de mis últimos posts.
Sin abandonar el género postapocalíptico, he aquí una novela amable e inspiradora. Se trata de «El libro azul de Nebo» publicado en 2018 por Manon Steffan Ros.

Ros, nacida en Gales en 1983, es escritora, guionista, dramaturga y música. Forma parte del dúo musical Blodau Gwylltion que canta folk y música celta. Y escribe en galés.
Su novela más destacada, «Blasu», fue traducida al inglés como «The Seasoning». También es autora de «Llyfr Glas Nebo» (The Blue Book of Nebo,en español«El libro azul de Nebo»), que es la que nos trae aquí. De entrada, es bueno saber que esta obra ha recibido los más importantes premios de Gales. Posiblemente sea la novela en galés más leída de esta década. Incluso se ha realizado una adaptación al teatro dirigida por Frân Wen, en colaboración con Galeri.

«El libro azul de Nebo» se desarrolla en un mundo postapocalíptico. El mundo ha sido devastado tras un desastre nuclear que es conocido como “El Fin”. La historia sigue a Rowenna, su hijo Dylan (Sión en el original galés) y su hermana pequeña Dwynwen, mientras intentan sobrevivir en una casa aislada en el noroeste de Gales. Sin electricidad, ni tecnología moderna, teléfonos móviles o calefacción, deben adaptarse a una vida basada en métodos tradicionales y autosuficiencia. Deben desarrollar nuevas habilidades y aprender las viejas formas de vivir de la tierra.
En el libro, la narrativa alterna entre las perspectivas de madre e hijo, quienes escriben sus pensamientos y recuerdos en un diario compartido, el «Blue Book». A través de ese diario alterno vemos cómo afrontan con inventiva los desafíos de la nueva realidad, cuentan sus secretos y conocemos cómo se transforman las relaciones entre ellos.

La novela no pretende mostrarnos la devastación postapocalíptica. De hecho, sólo sabemos que se ha producido. Es una especie de fondo que sabemos que está pero que no llegamos a ver directamente.
En ese contexto tan difícil explora las relaciones madre hijo, se enfrenta a como volver a vivir con y de la naturaleza, nos cuestiona la dependencia de la tecnología moderna e incluso reflexiona sobre el idioma, las tradiciones y la identidad cultural galesa.
No adelanto el final, pero me pareció realmente sugerente. En fin, a mi modo de ver, una novela postapocalíptica amable, con momentos emocionantes, muy bien escrita y que recomiendo sin dudar

